En medio de una creciente conflictividad social, con la Gendarmería, la Prefectura y la Policia provincial patrullando calles, colegios y edificios públicos, los gremios docentes y los trabajadores del Estado provincial iniciarán mañana un paro de actividades por 96 horas que terminaría el viernes 20 con una movilización. Entretanto, un jefe policial fue separado de su cargo por investigar atentados a manifestantes. Se sospecha de un grupo de policías que trabajaría para el socio presidencial, Lázaro Báez. Ayer crecieron los rumores de un acuartelamiento policial en reclamo de una recomposición salarial.
juan cruz sanz*
2007-04-15 00:32:26
Una visible militarización se apoderó de Santa Cruz. Gendarmería, Prefectura y la Policía provincial se abocan a patrullar las calles de las distintas ciudades para "garantizar la seguridad de los edificios públicos". Al gobierno provincial, pareciera que la situación se les fue de las manos.
La decisión de enviar a los efectivos de la fuerza federal fue del ministro del interior, Aníbal Fernández ante un supuesto pedido del gobernador Carlos Sancho, casi sin injerencia en las decisiones oficiales. Ayer, la presencia de los uniformados delante de las escuelas y controlando que nadie ingrese, junto a efectivos de la Policía, no asustó a los pobladores que se acostumbraron a la medida. Según se confirmó desde esa fuerza, varios gendarmes que caminaban las calles de Río gallegos fueron enviados al interior provincial a reforzar la vigilancia.
Sin embargo, a partir de mañana los docentes y otros gremios estatales comenzarán un nuevo paro de 96 horas que terminaría en otra multitudinaria movilización el viernes 20.
El impresionante despliegue de efectivos, lejos de llevar tranquilidad, sólo le ocasiono nuevos dolores de cabeza al gobierno provincial y nacional. Por su parte, la Policía provincial todavía no cicatrizó su último autoacuartelamiento de octubre de 2005. Ayer, en las calles, hubo fuertes rumores de un nuevo acuartelamiento. Además de reclamos salariales, los efectivos exigen cambios en la plana mayor. La imagen de Wilfredo Roque, actual jefe de Policía y hombre fiel al presidente, Kirchner, está devaluada por la injerencia de movimientos políticos. En la última semana, debido a un pedido concreto de la presidencia, Roque movió a los segundos jefes de las distintas comisarías para intentar evitar disgustos presidenciales.
Según confirmaron a PERFIL altos mandos de la policía, a última hora de ayer, la plana mayor de Gendarmería habría ordenado a sus efectivos no confraternizar con los miembros de la Policía provincial. "Gendarmería responde directamente a Nación y en Balcarce 50 no creen en la lealtad al gobierno provincial". El jueves, mientras la Cámara de Diputados era tomada por gremialistas, los efectivos policiales se negaron a formar parte de un posible desalojo.
Además, la Gendarmería le pasó la factura al gobierno kirchnerista. Mediante el expediente número 584.992/07, iniciado desde el Ministerio de Gobierno de Santa Cruz, se ordenó el pago de 40.892 pesos en concepto de comida para los 150 gendarmes y combustible.
El vacío de poder en el Ejecutivo provincial es total. Kirchner dejó de tolerar a varios de sus funcionarios, a los cuales les va a pedir la renuncia antes de las elecciones, confirmó un miembro del Frente para la Victoria local. En las últimas horas, corrió la versión de que Alicia Kirchner sería la encargada de afrontar el diálogo con los gremios y de esa forma levantar su imagen de cara a las elecciones de octubre. La hermana K no volvió a Santa Cruz desde que recrudeció el conflicto. En este momento no se puede presentar a ninguna candidatura, afirmaron desde el gobierno provincial.
Mientras tanto la Unión Cívica Radical santacruceña decidirá su estrategia electoral: una posible alianza con el ex vicegobernador Eduardo Arnold. De concretarse, el kirchnerismo tendrá una dura pelea en las elecciones de octubre, nada más y nada menos que en la cuna del Presidente, hoy tierra hostil.
*Desde Río Gallegos
juan cruz sanz*
2007-04-15 00:32:26
Una visible militarización se apoderó de Santa Cruz. Gendarmería, Prefectura y la Policía provincial se abocan a patrullar las calles de las distintas ciudades para "garantizar la seguridad de los edificios públicos". Al gobierno provincial, pareciera que la situación se les fue de las manos.
La decisión de enviar a los efectivos de la fuerza federal fue del ministro del interior, Aníbal Fernández ante un supuesto pedido del gobernador Carlos Sancho, casi sin injerencia en las decisiones oficiales. Ayer, la presencia de los uniformados delante de las escuelas y controlando que nadie ingrese, junto a efectivos de la Policía, no asustó a los pobladores que se acostumbraron a la medida. Según se confirmó desde esa fuerza, varios gendarmes que caminaban las calles de Río gallegos fueron enviados al interior provincial a reforzar la vigilancia.
Sin embargo, a partir de mañana los docentes y otros gremios estatales comenzarán un nuevo paro de 96 horas que terminaría en otra multitudinaria movilización el viernes 20.
El impresionante despliegue de efectivos, lejos de llevar tranquilidad, sólo le ocasiono nuevos dolores de cabeza al gobierno provincial y nacional. Por su parte, la Policía provincial todavía no cicatrizó su último autoacuartelamiento de octubre de 2005. Ayer, en las calles, hubo fuertes rumores de un nuevo acuartelamiento. Además de reclamos salariales, los efectivos exigen cambios en la plana mayor. La imagen de Wilfredo Roque, actual jefe de Policía y hombre fiel al presidente, Kirchner, está devaluada por la injerencia de movimientos políticos. En la última semana, debido a un pedido concreto de la presidencia, Roque movió a los segundos jefes de las distintas comisarías para intentar evitar disgustos presidenciales.
Según confirmaron a PERFIL altos mandos de la policía, a última hora de ayer, la plana mayor de Gendarmería habría ordenado a sus efectivos no confraternizar con los miembros de la Policía provincial. "Gendarmería responde directamente a Nación y en Balcarce 50 no creen en la lealtad al gobierno provincial". El jueves, mientras la Cámara de Diputados era tomada por gremialistas, los efectivos policiales se negaron a formar parte de un posible desalojo.
Además, la Gendarmería le pasó la factura al gobierno kirchnerista. Mediante el expediente número 584.992/07, iniciado desde el Ministerio de Gobierno de Santa Cruz, se ordenó el pago de 40.892 pesos en concepto de comida para los 150 gendarmes y combustible.
El vacío de poder en el Ejecutivo provincial es total. Kirchner dejó de tolerar a varios de sus funcionarios, a los cuales les va a pedir la renuncia antes de las elecciones, confirmó un miembro del Frente para la Victoria local. En las últimas horas, corrió la versión de que Alicia Kirchner sería la encargada de afrontar el diálogo con los gremios y de esa forma levantar su imagen de cara a las elecciones de octubre. La hermana K no volvió a Santa Cruz desde que recrudeció el conflicto. En este momento no se puede presentar a ninguna candidatura, afirmaron desde el gobierno provincial.
Mientras tanto la Unión Cívica Radical santacruceña decidirá su estrategia electoral: una posible alianza con el ex vicegobernador Eduardo Arnold. De concretarse, el kirchnerismo tendrá una dura pelea en las elecciones de octubre, nada más y nada menos que en la cuna del Presidente, hoy tierra hostil.
*Desde Río Gallegos
15/4/07 Diario Perfil
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