Fuente La Nación.com 4/5/07
La tensa relación entre la Iglesia y el Poder Ejecutivo y la conflictiva situación que atraviesa la provincia de Santa Cruz sumaron hoy un nuevo capítulo. El obispo de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín, aseguró que en la provincia del Presidente "el que piensa distinto parece un enemigo al que hay que eliminar", y alertó sobre la "censura" y la "falta de libertad" en el distrito. "Nos cuesta mucho que nos acepten a los que pensamos distinto. El que piensa distinto parece que es un opositor, un enemigo al que hay que eliminar. Se cierran radios, los medios no ayudan, tenemos censuras, falta libertad de expresión, no hay privacidad, tengo sospechas de que mis teléfonos están intervenidos", advirtió el cura en declaraciones a radio Continental. En ese punto, se le mencionó la actividad de Rudy Ulloa, ex chofer del presidente Néstor Kirchner y, ahora, empresario multimedios. El obispo no dudo en asegurar: "Es uno de los condimentos que hace a esta estructura que tiene el Estado aquí tan fuerte y que ha tapado a una sociedad civil". Relación difícil. No es la primera vez que Romanín cuestiona a la administración nacional. El cura participó de la primera marcha masiva de docentes a la Casa de Gobierno provincial, y en un duro discurso acuso al gobierno de tomar medidas extorsivas. El contraataque de Kirchner no tardó en llegar. Aunque sin nombrarlo, le respondió durante un acto en la Casa Rosada en la que criticó a "algunoa que no tienen memoria" en alusión al apoyo que el Presidente dio al obispo cuando fue nombrado al frente de la diósesis de Río Gallegos el año pasado. Conflicto docente. En este contexto, Romanín criticó con dureza el tratamiento del conflicto docente en su provincia, en la que los maestros están de paro hace casi un mes porque no logran acordar una mejora en sus salarios. "Llama la atención que el diálogo entre los docentes y las autoridades no se realice en Santa Cruz, sino en Buenos Aires", señaló Romanín. Se refirió así a la intervención del gobierno nacional que, recién esta semana, decidió tomar parte activa en el conflicto a través de una orden de Kirchner a los ministros de Trabajo, Carlos Tomada y de Educación, Daniel Filmus, para que convocaran al gremio y a las autoridades provinciales a negociar. Sin embargo, Romanín destacó que, a partir de reclamo docente para que se suba el básico de 161 pesos, "la gente comenzó a despertarse, a perder el miedo a salir a la calle. Eso no se quiere ver. Hay un reclamo y hay que escucharlo", pidió
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