Fuente Clarin.com 16/5/07
Más allá de los datos del INDEC, desde la Unión Argentina de Inquilinos (UAI), denuncian que los alquileres no paran de subir y que ya cuadruplicaron a la inflación. "Los propietarios no alquilan hasta que encuentran alguien que pague lo que piden. Son muchos los contratos que se rompen porque la gente no puede pagar los aumentos", se queja Radames Marini, presidente de la UAI. Pero según Carlos Sotelo, titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) hay fallas en los indicadores: "Sabemos positivamente que la inflación general fue mayor a ese índice, que llegamos casi al 10 por ciento y entonces estamos equilibrados con los valores de alquileres", asegura. Y sigue: "El 100% de aumento del que se habló fue un número totalmente injustificado, que se tiró sin tener conocimiento del mercado". Sotelo agrega que la Cámara hizo un estudio por intermedio de sus socios, un sondeo general de las renovaciones que estaban haciendo los inmobiliarios, y todos coincidieron en que estaban entre un mínimo del 15 y máximo del 30 por ciento Una medida comprendida por la Ley de emergencia económica prohíbe aumentar los alquileres durante el plazo del contrato. "Todavía está en vigencia. No se deben ajustar los alquileres en el período que dura el contrato", dice Sotelo. "Si un alquiler de dos años era de mil pesos, es decir, 24 mil pesos en total, en el contrato se establece que los primeros 12 meses pague 900 pesos y los últimos 12 meses 1100 pesos. Se escalona el monto para facilitarle al inquilino el pago de ese alquiler. Se empieza con alquileres más bajos para terminar con precios más altos previendo el aumento de salario que puede tener el inquilino durante el período del contrato. Pero no hay indexación." Marini asegura que la Unión Argentina de Inquilinos recibe quejas por aumentos fuera de contrato: "En general la actitud de los propietarios cuando el inquilino se niega a pagar el aumento, es la de no cobrarlo, pero al final del contrato no le renuevan". La ausencia de controles dice, Marini, deja a los inquilinos en absoluta vulnerabilidad: "Es una situación extorsiva porque se basa en un estado de necesidad de los inquilinos y el aprovecharse de la necesidad de alguien para ganar plata es la definición de la usura". Y concluye: "Hay que controlar la renta inmobiliaria, si se controla la renta de las tarjetas de crédito y los bancos. Por qué no se va a controlar la renta inmobiliaria que es abusiva y se aplica en condiciones en que la gente no puede resistir. Esta circunstancia es de una gravedad tal y de un efecto social tan fuerte que el estado tiene que tener alguna presencia."
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